En una reseña periodística publicada en abril de 1966 se divulgó este comentario sobre el trabajo de Máximo López: “...con herramienta rústica utiliza estalactitas para convertirlas en figuras que en su mudez expresan la vida fuerte de su barriada pobre y las inquietudes de su alma artista”. Tal comentario se emitió a propósito de la primera exposición individual de este escultor autodidacta, que fue presentada en la Galería Auffant de Santo Domingo, ciudad donde había fijado residencia. Al año de esa presentación pública ocurrió el III Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, mereciendo por su obraLa timidez el segundo premio de escultura. En el séptimo concurso auspiciado por la misma firma empresarial, llevado a cabo en 1971, vuelve a obtener galardón –otro segundo premio– por la escultura Crucifixión de Enmanuel. En los años 1961 y 1962, Máximo López comenzó a esculpir unas “obras extremadamente rústicas”. Tanto el ejercicio como sus contactos con otros escultores le permitieron someterse a una depuración artística. Sin embargo, preserva su lenguaje figurativo y unas definiciones puras o ingenuas, como ocurre en todo artista de orientación naif. Esta es una adaptación de una reseña biográfica realizada por Danilo De Los Santos, que ha sido extraída de la página 72 del libro Concurso de Arte Eduardo León Jimenes 25 Años de Historia. Amplía estas informaciones en la publicación sobre los primeros 25 años de historia del Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. Búscalo en la Mediateca con el código: RD/700.97293/C744a.